JORNADAS ANTIRREPRESIVAS TENERIFE
El pasado día 26 de marzo, el Partido Popular, en contra de toda la oposición y de varios organismos internacionales, aprueba un Código Penal y una Ley de Seguridad Ciudadana que no nos hacían ninguna falta. Unos días después, una nueva operación policial (Operación Piñata) se salda con decenas de personas detenidas en el estado español. Ambos hechos, aunque aparentemente inconexos, están relacionados por cuanto la operación policial y la campaña mediática que la acompañan criminaliza al entorno anarquista, y tienen como fin crear en el imaginario colectivo un enemigo interno que justifique el clima de represión que nos espera, una vez que se les ha acabado, tras el abandono de las armas por parte de ETA, la socorrida justificación que siempre les había proporcionado el terrorismo a la hora de introducir nuevas medidas de control y represión.
Por desgracia, no se trata de hechos aislados, la criminalización de la contestación social cuenta con numerosos ejemplos en todo el estado español. Y en Canarias, aún resuenan el caso de las cinco compañeras injustamente condenadas por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por formar parte de un piquete en una huelga general, montajes policiales como la Operación Carrete, la compañera Aisha en espera de un indulto o las abusivas multas por acciones no violentas como protestas estudiantiles, concentraciones espontáneas en las plazas, las personas detenidas en la manifestación con motivo de la visita del ministro Wert, etc. Se criminaliza la disidencia ideológica y la lucha social que así se transforman tras las investigaciones policiales, las sentencias judiciales y las campañas mediáticas en mera ‘delincuencia común’, despojando de cualquier contenido político las legítimas reivindicaciones que originan la movilización social.
El nuevo Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana vienen a legalizar lo que era ilegal (expulsión de inmigrantes, listas negras, discriminación legal…), a penalizar lo que no era delito (resistencia pasiva, venta callejera, solidaridad con personas extranjeras…) y a limitar con fuertes sanciones la protesta social.
Sabedor que la lucha en la calle le perjudica y puede influir en los resultados electorales, el partido en el gobierno sigue adelante con su rodillo y la aprobación definitiva de ambas leyes que nos retrotraen en algunos aspectos a los años de dictadura. Buscando justificación y apoyo ciudadano a sus políticas de ordeno y mando, crea alarma social criminalizando cualquier reivindicación que cuestione la vía institucional de las elecciones políticas, la injusticia social generada por este sistema o que, simplemente les pueda restar votos, poniendo en peligro la continuidad de su jugoso servicio a los mercados globales y a los grandes capitales. Se quiere limitar la disidencia ideológica a los programas de los partidos, barriendo la lucha de los movimientos sociales y sus legítimas reivindicaciones.
En Tenerife, varios colectivos y organizaciones que veníamos apoyándonos frente a la represión hemos organizado unas Jornadas Antirrepresivas que empiezan este viernes 10 de abril y terminarán el 9 de mayo. Pretendemos dar a conocer los aspectos más regresivos de estas ‘leyes mordaza’ y mostrar nuestro rechazo a la represión, sus causas y sus responsables. Diversas actividades y talleres cubrirán aspectos prácticos para afrontar la situación de represión que vivimos y para prepararnos a lo que viene, creando este espacio de encuentro y debate y, por supuesto, de lucha contra este sistema que nos oprime día tras día.
COORDINACIÓN ANTIRREPRESIVA DE TENERIFE
