La CGT duda de la capacidad de la depuradora para absorber más contaminantes. La Confederación General del Trabajo, además, muestra su preocupación por el aumento de la carga de trabajo.
A colación con la noticia aparecida hace unos días en los medios, sobre el cierre de la depuradora de Chamberí, desde la Confederación General del Trabajo (CGT), vemos lógico que el Ayuntamiento obligue a Danone a acoplarse a la depuradora de Santa Cruz, ya que la normativa vigente prohíbe el vertido de residuos industriales al alcantarillado, evitando así lo sucedido en el año 2008 con los vertidos de Celgan y que terminaron afectando a los vecinos del Barrio del Centenero. Eso sí, desde CGT nos preguntamos si la depuradora de Santa Cruz está realmente preparada para soportar éstos residuos, ya que actualmente, el complejo de Emmasa únicamente está acondicionada para recibir aguas residuales y de lluvia. Por otro lado, ésta decisión obliga a un incremento de la carga laboral para la plantilla de Emmasa y, además, exigimos al Ayuntamiento de Santa Cruz que inste a la empresa concesionaria de las aguas de Santa Cruz a adaptarse a la nueva situación aplicando rigurosamente las normativas de Seguridad e Higiene Laboral recogidas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Desde CGT creemos que ésta noticia es un acto de precampaña más, ya que ahora el señor Dámaso Arteaga afirma que eliminando la depuradora de Danone se irán los malos olores y los mosquitos, por lo que los vecinos de Chamberí recuperarán su calidad de vida, pero ¿Qué pasa con la depuradora de Emmasa?, ¿No generará malos olores y nuevas plagas de mosquitos o cucarachas?