“Creo que desde los movimientos sociales tenemos que buscar puntos de encuentro, para poner límites a este capitalismo, para poner por delante la vida de las personas y la vida de la naturaleza. (…) Nos tenemos que organizar para recuperar espacios, para generar comunidad, que al final son las claves que nos permitirán cambiar las cosas”.
CGT.- ¿Nos podías explicar cuáles son vuestros proyectos, vuestras actividades?
Noelia Sánchez.- En primer lugar, quisiera aclarar que Ben Magec, que significa ‘los hijos del sol’ en lengua amazigh, es la federación ecologista de Canarias, que está confederada a su vez a Ecologistas en Acción a nivel estatal. Ecologistas en Acción es una federación estatal.
CGT. ¿Ben Magec es una asociación canaria que recoge a varias asociaciones ecologistas de las diferentes islas?
NS.- Si, Ben Magec es una federación que acoge a asociaciones ecologistas de las diferentes islas. Ahora somos más que 15 asociaciones federadas en las islas. Ecologistas en Acción a nivel estatal somos más de 300 asociaciones federadas.
A diferencia de otras asociaciones ecologistas, Ben Magec, y en general Ecologistas en Acción, somos colectivos locales que nacen al calor de luchas locales, de la defensa de espacios naturales, la paralización de construcciones ilegales, etc., y desde lo local nos federamos a nivel estatal. Es un modelo diferente, por ejemplo, a Greenpeace, que es una gran organización internacional con delegaciones nacionales o locales. Ben Magec nace de una lógica diferente: somos colectivos que nacen locales y que luego se van federando.
CGT.- ¿Se podría decir que Ben Magec está más ligado al territorio, más enraizado en sus localidades?
NS.- Sí. Nosotras nos coordinamos con otras asociaciones, pero surgimos de procesos de luchas locales, de pueblos, de ciudades, de barrios… donde surgen movimientos en defensa del medio ambiente. Ya tenemos más de 35 años de trayectoria. Incluso algunos colectivos de Ben Magec llevan 50 años de actividades.
CGT.- ¿Hacéis encuentros de las diferente asociaciones isleñas?
NS.- Si, tenemos un funcionamiento donde nos encontramos 3 o 4 veces al año de forma presencial y online en los Consejos Federales, y luego tenemos la Asamblea Federal. Respondiendo a tu primera pregunta, cada colectivo decide sus propias actividades a nivel local y por eso no es sencillo explicar la actividad de Ben Magec en general. Hay colectivos que se dedican preferentemente a la defensa ambiental, otros también hacen talleres en colegios, otros priorizan la lucha contra la desforestación, y otros denuncian irregularidades contra el territorio y el patrimonio, como obras ilegales, etc. Sí hacemos campañas archipielógicas. Por ejemplo, ahora estamos muy activas en el tema del Oliva Beach, de Rio, del modelo energético, la turistificación, además del reciente problema de los incendios como nuevo frente de preocupación y lucha…
CGT.- Hace unos días se publicó que el nuevo Gobierno presidido por F. Clavijo, de CC y PP, retomaba el proyecto de la regasificación. ¿Cómo lo valoras?
NS.- Siempre estuvimos en contra de la regasificadora. Tenemos claro que la regasificación no sería el mejor modelo energético para Canarias, teniendo en cuenta que tenemos que reducir nuestra huella de combustibles fósiles. Para nosotras, el gas sigue siendo un combustible fósil, que encima se trae de fuera. No genera soberanía energética para Canarias. Además, ahora optan por el gas a consecuencia de conflictos bélicos, guerras. No creemos que sea la alternativa para no quemar petróleo.
Ben Magec hace poco presentamos alegaciones al Pan Energético de Canarias. Apostamos por la introducción de energías renovables, aunque también criticamos cómo se está haciendo este proceso, pues el Gobierno Canario no se cuestiona la lógica del crecimiento económico y energético constante, el aumento de la demanda, y así pretenden aumentar el consumo de energías renovables junto al de las fósiles. Defendemos que Canarias avance más al autoconsumo, al uso de energías renovables, pero evitando que esta apuesta sea para beneficiar a las grandes empresas transnacionales energéticas, que pretenden imponer macroproyectos en Canarias que garanticen sus beneficios. Queremos ir eliminando la dependencia de energías fósiles, pero que la transición no se haga bajo el control y dependencia de las mismas transnacionales. Que se fomente el autoconsumo, el autoabastecimiento, introduciendo las renovables con criterios ambientales. Debatir dónde se ubicaría la energía eólica o solar que nos haga falta, dónde y cómo la ponemos. Y en este sentido han ido nuestras alegaciones al Plan Energético.
CGT.- Mencionas evitar los grandes proyectos transnacionales, pero el modelo turístico actual ¿no crees que está muy vinculado a esos grandes proyectos empresariales?
NS.- Sí. Aunque estemos metidos en las luchas locales, Ben Magec cuestiona el modelo de desarrollo de Canarias. No somos sólo un ecologismo conservacionista, que se reduce sólo a la protección de especies, de la biodiversidad, etc.; Ben Magec defendemos un ecologismo social que también se preocupa y critica el monocultivo turístico actual, que critica la idea de un crecimiento eterno vinculado a grandes y constantes inversiones de capital, quienes exigen reducciones en su fiscalidad y un modelo laboral de empleos precarios y bajos salarios.
CGT.- ¿Pero no van unidas ambas cuestiones que planteas?
NS.- Sí, por eso creemos que tenemos que diversificar el modelo económico. Se necesitan unas políticas fiscales que generen un Estado del Bienestar más fuerte y nos planteamos que vivimos en un territorio finito, por ello pensamos que hay que decrecer de alguna manera. No se puede continuar con más carreteras, más construcciones, más hoteles, etc., que destruyen el territorio. Vivimos en islas pequeñas y no podemos crecer infinitamente. Nuestro territorio impone unos límites. La apuesta sería promover la soberanía y evitar la dependencia del exterior en todo lo que sea posible. Además, hay que debatir dónde se crece, cómo se hace, qué se demanda, para qué sirve, etc. Esto es, hablemos de soberanía energética, alimentaria, etc., y de justicia social.
CGT.- Este veranos las temperaturas en todo el mundo superaron todos los índices anteriores. Las consecuencias negativas del cambio climático no llegarán en unos años: ya están aquí. Las olas de calor, las sequías, el ascenso del mar, cambios en las corrientes oceánicas… y los devastadores incendios en Canadá, en Hawai, y ahora tenemos el del bosque de pinos de Tenerife… Alarmante. Hace unos días, la prensa recogía que hasta la propia NASA, nada ecologista, reconocía que este fue el verano más cálido desde que existen registros. La NASA reconocía que sus predicciones eran un empeoramiento para próximos años. ¿Cómo valoras que afectará este cambio climático a las condiciones de la vida?
NS.- Si nos centramos en Canarias, salvo algunos negacionistas obtusos, ya está bien constatado que mientras los seres humanos sigamos quemando combustibles fósiles aumentamos el efecto invernadero, que provoca el ascenso de las temperaturas en todo el planeta. En Canarias sufriremos especialmente las consecuencias. El modelo económico canario, que prima el turismo, produce mucho CO2, y la paradoja es que este modelo pondrá en riesgo su continuidad. Dentro de poco ya no será atractivo venir de vacaciones en verano a Canarias, por el exceso de calor.
CGT.- Hace unos días, la prensa informaba de que en las encuestas que hacen a los turistas cuando retornan a sus países, subió bastante el porcentaje de los que ya no vendrían más en verano por el sofocante calor. Y ayer la prensa recogía la noticia de un estudio de la Unión Europea mencionando que el turismo veraniego en próximos años mostraba preferencias por el norte de la Península, el Mar Báltico, Irlanda… en detrimento del Mediterráneo y de Canarias.
NS.- Vamos a ser las víctimas de un modelo que hemos propiciado. El problema de Canarias está en que ahora mismo no hay un Plan B al turismo. Por eso insistimos muy en serio en diversificar la economía, en la soberanía energética, alimentaria, etc. Se puede generar, y me gustaría equivocarme, la gran crisis definitiva del sector, pues los escenarios que crea el cambio climático presentan gran peligro para Canarias. Para Canarias y para todo el mundo. Dicen que para salir del hoyo, lo primero es dejar de cavar, pero este modelo político, económico y social sigue cavando y sus inercias nos llevarán a problemas difíciles de remediar. Para Ben Magec hay que tomarse muy en serio las políticas que mitiguen el cambio climático. Las políticas de adaptación al cambio climático. Hay que hacer que ciudades y pueblos sean más vivibles, aumentando el arbolado urbano, peatonalizando calles, reduciendo el tráfico de vehículos privados que generan contaminación y enfermedades, etc. Tenemos una costa hiperconstruida cuando está subiendo el nivel del mar, que aumentarán inundaciones, mayores tormentas y oleajes violentos… Hay que tomarse muy en serio la reactivación del sector primario (y no sólo para menguar la dependencia del exterior), hay que fomentar la agricultura y la ganadería local -aunque en lo inmediato no sea una alternativa de empleo ante el modelo turístico-, pues esas huertas y terrenos abandonados suponen un problema. El abandono del campo hace más fogosos los incendios, facilita que se acerquen a los núcleos urbanos. Hay que restaurar el paisaje rural. Hay que tomarse en serio el auge del sector primario.
CGT.- Pero los Gobiernos nunca cumplen, a pesar de sus promesas. Ni los plazos del Acuerdo de París ni nada. Al contrario, siempre alegan excusas para continuar incumpliendo (ahora con la guerra de Ucrania), para seguir aumentando el efecto invernadero.
NS.- Si, claro. Los Acuerdos de París es complicado que se cumplan. El grado y medio de subida de la temperatura ya… En lugar de que las energías renovables sustituyan a las fósiles, se está fomentando el crecimiento de la demanda de ambas a nivel mundial.
CGT.- La especulación financiera en torno a las renovables ayuda a entender esto que explicas. Y más teniendo en cuenta que parte del negocio de las renovables lo patrocinan y acaparan las mismas empresas petroleras, en lo que denominan diversificación de los negocios: invierten en energía fósil y verde según la demanda del mercado ofrezca beneficios.
NS.- El capitalismo verde lo que pretende, por ejemplo, una empresa como Repsol, le interesa continuar su crecimiento en petróleo y ampliar el negocio en los mercados de las energías renovables. Con una mano invierten en petróleo y con la otra invierten en renovables. Tendría que haber un gran Acuerdo Internacional, como el que se hizo con la prohibición de los CFCs (clorofluorcarbonatos), que permitió la recuperación de la capa de ozono. No hay que ser pesimistas, se puede y se debe hacer un Acuerdo Internacional firme de todos los países que diga a las grandes transnacionales -que cada día tienen más poder- que no se puede seguir extrayendo petróleo y sustituir las fuentes de energía por renovables, haciéndolo con criterios ambientales, pues parte de la materia prima que requieren las energías renovables también son finitos (silicio, etc.). Se requiere un cambio de modelo que cuestione la lógica de crecimiento infinito del capitalismo.
CGT.- Con el crecimiento perpetuo del capitalismo no parece que progresemos, que las poblaciones avancen…
NS.- El cambio de modelo es necesario. Y quién lea estas palabras tendría que pensar, que preguntarse: ¿cómo puedo contribuir yo a este cambio?, ¿qué se puede hacer?, ¿qué esperanzas y posibilidades hay?
Como mínimo, nos tenemos que plantear decrecer. Decrecer la demanda energética. Si crecemos que sea para el fomento de las cuestiones que tienen que ver con el cuidado de la vida en general, el cuidado de las personas y el cuidado de la naturaleza, fomentar criterios que pongan la vida en el centro y no el dinero. Criterios que no sean exclusivamente capitalistas. Si la maximización de beneficios es el criterio para las renovables, tendremos el mismo resultado: los beneficios priman por encima de las necesidades de las personas. El mismo clima nos va imponiendo estos cambios de criterios. Poner como prioritario lo público, lo comunitario. El incendio de Tenerife es una muestra de la importancia que tienen los bomberos, los agentes forestales, en no escatimar en cuidar lo rural, los bosques, en cuidar sectores que no parecen tan rentables a priori, en lo inmediato, como puede ser la agricultura sostenible, la ganadería de cercanía y local. En apariencia no generan tantos beneficios como una gran empresa, pero a medio y largo plazo son más beneficiosos para las comunidades, y también para las empresas. Cuando el incendio de Tenerife, desde el mundo hotelero propagaron el discurso de que no se preocuparan los futuros clientes, que el incendio no afectaba a las instalaciones hoteleras (que demuestra una gran inmoralidad, el monte se quema, sí, pero no se preocupen, las playas son seguras), aunque al final sí hubo bastantes cancelaciones. Pretendían que las imágenes del incendio se redujeran, para no asustar a futuros turistas. Luego hablan de turismofobia. Al final, el sector turístico, despreocupado de que se hagan inversiones para limpieza bosques, al final paga también las consecuencias de las políticas que promueve. Su rechazo frontal a la ecotasa acabará siendo perjudicial al propio turismo. Su rechazo a que existan ingresos fiscales públicos que faciliten servicios y sectores públicos adecuados para la vida comunitaria, al final también va en detrimento de sus negocios.
CGT.- Pero la actual lógica del capitalismo, aunque esas medidas que mencionas puedan a medio y largo plazo resultar beneficiosas para sus negocios, no parece que… están en una dinámica loca que… nos acerca al precipicio. Arrastran a toda la sociedad en su camino hacia el desastre.
NS.- La lógica del beneficio a corto plazo. Claro. Pero el capitalismo acabará también pagando sus consecuencias. Quisiera reivindicar que desde los sindicatos, desde los movimientos sociales en general, se luche para disponer de unas políticas públicas más fuertes, con mejores servicios, con mayores derechos; así evitaríamos el desastre hacia el que nos empuja el capitalismo, con sus cambios climáticos, sequías, incendios, pandemias… lo que nos traigan en el futuro.
Lo que no podemos tener en Canarias es un empresariado que sólo piense en el corto plazo. Generando más riqueza social y más igualdad creamos una sociedad que puede ser más resiliente a todos los niveles. Generando mejores condiciones laborales generamos mayor mercado interior en Canarias. Fortaleciendo unos servicios públicos adecuados e invirtiendo en sectores sociales y comunitarios tendríamos más recursos para evitar que se extiendan crisis y catástrofes. Necesitamos un campo mejor gestionado, con empleos laborales, con un paisaje más sostenible, y todos estos cambios generan más beneficios a todas y a todos como sociedad. Esta sería la lógica.
CGT.- Para esta lógica que propones, ¿sería importante que las diferentes organizaciones, asociaciones, colectivos, unieran sus esfuerzos para conseguir esos objetivos?
NS.- Lo importante es buscar ese punto común que estoy comentando. Llámese movimiento sindical, lgtbi, feminista, ecologista, vecinal, o como sea, pero se trata de pongamos a la vida de las personas en el centro, frente a la lógica del beneficio y del crecimiento económico del capital. Y ahí es donde nos podríamos encontrar todas. Porque, por ejemplo, los ecologistas no estamos en contra de los trabajadores del Oliva Beach; al revés, consideramos que Riu podría haber recolocado a toda la plantilla afectada en otros de sus hoteles, pero nunca quiso para que al final lo paguen los propios trabajadores, y encima usándolos de estandarte. Ben Magec no quiere eliminar el trabajo de nadie, por supuesto, pero no es justo que a este hotelero no se le apliquen las leyes que sí aplican a personas que levantaron sus casas en mismos sitios de la costa y se las han derruido. Esos parajes naturales, comunitarios, hay que defenderlos, y la construcción de este señor debe cumplir la misma ley que aplican a los demás que construyeron en la costa.
CGT.- Parece que la lógica del negocio está por encima de las leyes. Quienes tienen la obligación de aplicarlas, con descaro hacen excepciones si perjudican a los inversores.
NS.- Yo sí creo que desde los movimientos sociales tenemos que buscar puntos de encuentro, para poner límites a ese capital, para poner por delante la vida de las personas y la vida de la naturaleza. Las alternativas son, por una parte, reivindicar los derechos, lo público, y por otra parte, los proyectos comunitarios, de solidaridad, de los que nacieron el sindicalismo, el ecologismo y otros movimientos. Nos tenemos que organizar para recuperar espacios, para generar comunidad, que al final son las claves que nos permitirán cambiar las cosas. El ser humano tiene una inventiva muy grande y podemos hacer frente a la que se nos viene encima, al cambio climático y a otros desastres. Que la solidaridad, el apoyo mutuo y la colaboración estén en la base de nuestras actividades.
(La letra en negrita es responsabilidad de CGT)