Entre 150 y 200 personas de distintos colectivos y de los sindicatos CGT, CNT y co.bas marchamos por las calles de La Laguna gritando consignas contra el capital, el patriarcado, los sindicatos del estado, la precariedad laboral, la represión o los privilegios. Queríamos desmarcarnos de la manifestación unitaria de Santa Cruz de Tenerife, de compartir el espacio con los sindicatos pactistas y vendidos a los intereses empresariales. Formamos así un bloque crítico y combativo con la intención de estar presentes en otras luchas y de ir sumando personas, organizaciones y colectivos en el futuro. Terminamos con una comida popular y el concierto del compañero Luismi (Misu), también leímos el siguiente manifiesto:
Manifiesto 1º de Mayo. Colectivos y Sindicatos.
¡Desde Canarias, desde Tenerife, La Laguna! ¡Aquí estamos todas nosotras! ¡Sindicatos, colectivos y personas comprometidas con la lucha contra un modelo injusto de sociedad y con un proyecto de convivencia basado en el respeto y en la solidaridad! ¡Somos la gente que se ha manifestado en la calle este 1º de Mayo, día de las trabajadoras!
Creemos que la miseria, tanto económica como moral que padecemos, sobre todo en los barrios obreros y en las zonas más deprimidas de nuestras ciudades y pueblos, es la consecuencia directa de una conciencia de clase adormecida y de una fatiga crónica provocada por los intolerables niveles de explotación a que nos hemos venido sometiendo durante todos estos años. Por ello decimos: ¡YA NO BASTA CON DECIR BASTA! ¡HAY QUE PELEAR HASTA EL FINAL! Es hora de decir las cosas como son, con el corazón en la mano. No podemos permitir que nos persigan y condenen de forma cada vez más represiva, llegando incluso a encarcelarnos por decir la verdad. Por ello, por el silencio cómplice y por la actitud servil de los sindicatos del pacto y de los partidos sometidos a un gobierno y a unas instituciones irremisiblemente corrompidas, hemos decidido no confluir con quienes convierten un día de lucha en un paripé.
Estamos hartas de que nos exploten, y de ver cómo se pacta con los explotadores y se hacen concesiones a quienes nos maltratan con más saña. Ahítas (ajítas) también de una sociedad desprovista de valores y de los conceptos morales más elementales y que luego se llena la boca de una moralina sexual asquerosa y represiva, especialmente hacia las mujeres y aquellas personas excluidas y desplazadas hacia los márgenes, por no cumplir con los cánones establecidos por este sistema heteropatriarcal y racista, dónde ni tan siquiera se nos permite vivir en paz. Francamente aborrecidas, compañeras y compañeros, de instituciones como las que dirigen Felipe Borbón y Mariano Rajoy, cuyos manejos; directamente encauzados a la aniquilación de la democracia, manejos que van desde el adoctrinamiento sistemático del ejército y de la policía, hasta un control cada vez más exhaustivo y absolutista de la judicatura, pasando por el mangoneo generalizado en esta universidad, en la otra y en la de más allá; constituyen un delito de alta traición perfectamente delimitado en la carta magna del estado español (delito del que pueden ser responsables últimos pero no únicos).
¡DIGNIDAD! Pero la dignidad no surge cuando se aparta la vista, sino mirando de frente. Queremos un mundo mejor ¡Consigámoslo! ¡Vamos a construirlo! Tomémonos tiempo, recibamos luz, leamos, investiguemos. Hagamos la revolución de cada cual con cada cual. A veces cuenta más un pequeño detalle que una gran gesta: saludar y sonreír a un extraño, perdonar el agravio de un vecino … Amemos, vivamos, pero no como si fuéramos pobres de espíritu, puesto que no lo somos. Debemos darnos tiempo, pero no estar quietos; debemos seguir elaborando una causa: la nuestra; perseverar en la unidad de Canarias y no permitir que nuestra fuerza, otra vez recompuesta al fin, vuelva a diluirse en divisiones estériles y en discusiones sin sentido. Participemos en asambleas, sindicatos, colectivos; lejos de politiqueo, simplemente en lo político, ya que la vida en comunidad es política.
No podemos permitir que la explotación desmesurada a la que nos están sometiendo acabe también con esta tierra a la que pertenecemos. La Islas Canarias no son nuestras, sino que nosotras somos de esta tierra: es nuestro deber cuidarla a capa y espada, con toda la energía de nuestro ser. Las personas y organizaciones aquí presentes hemos demostrado nuestro compromiso con la lucha ecologista; y por supuesto seguiremos exigiendo y presionando a las autoridades para que nuestras demandas se atiendan, ya que no es posible vivir en una tierra maltratada y envenenada, en medio de un mar-vertedero. Pero no solo se trata de las autoridades e instituciones, pues tampoco hay cambio posible si no se hace desde la base. Precisamente por este motivo sería bueno que dejáramos ya de tirar porquería al suelo, y no solo en pueblos, playas y montañas, sino también en las ciudades; y que se lo exijamos también a nuestros compatriotas y visitantes. Porque si no empezamos por lo más básico no será posible recuperar el equilibrio ambiental indispensable para una convivencia sana, económicamente sostenible e inspirada en una ética mínima pero consensuada.
Sería una pena dejar pasar la vida sin más, merecemos la oportunidad de vivir de verdad, con el corazón en la mano: sentirnos vivas, estar en la vida…. No hacer nada también es una opción… ¡PERO NO ES LA NUESTRA!
No queremos olvidar en este día a todas las personas migrantes, tengan o no papeles, que viven y trabajan en Canarias en condiciones infrahumanas, de extrema explotación y de miseria. Nos oponemos radicalmente a la prohibición de poder vivir y trabajar en el lugar que cada cual escoja.
¡ESTAMOS JUNTAS! ¡SOMOS COMBATIVAS! ¡QUE VIVA LA LUCHA DE LAS CLASES TRABAJADORAS! ¡COMPAÑERA! ¡COMPAÑERO! ¡SI NO LUCHAS NADIE ESCUCHA!