Prácticamente todos los trabajadores sabéis que el convenio colectivo es el que marca los dos elementos fundamentales de toda relación laboral, que son los salarios y la jornada máxima. Es decir cuánto vais a cobrar y cuánto vais a trabajar. Por supuesto también contiene otros elementos, como el número de días de vacaciones, el no de días libres por semana, etc.
Como brazo político de las grandes empresas, el objetivo del PP en la reforma laboral de 2012 fue rebajar los salarios de los trabajadores en general. Pero tenía el problema de que los salarios están en los convenios y estos no los firma el gobierno sino los sindicatos; generalmente los mayoritarios en solitario en casi todos los convenios sectoriales estatales. Por ejemplo, lo que tienen que cobrar los trabajadores del sector de la informática lo dice en el convenio de empresas consultoras y lo que tienen que cobrar los trabajadores del sector de la banca lo dice en el convenio de banca.
Existen otros convenios que no son sectoriales sino los propios de cada empresa y esos no los firman los sindicatos sino los representantes de los trabajadores en
la empresa. Pero los convenios sectoriales siempre habían tenido prioridad sobre los de empresa, para evitar que un empresaurio les diga a sus trabajadores que o firman un convenio de empresa con salarios menores que los del convenio sectorial o a la puta calle. Es lo que tiene que quien negocie un convenio pueda despedir a los trabajadores que lo están negociando. Por eso, el truco del PP en la reforma laboral de 2012 fue darle prioridad al convenio de empresa, precisamente para forzar que los empresaurios hicieran eso, cosa que consiguieron. En estos años se han firmado convenios de empresa con salarios mínimos, con negociaciones de un par de días y con vigencia de varios años, con toda la caradura del mundo; especialmente en las empresas de seguridad privada, en las que abundan los empresaurios de Vox.
Además había otro truco en la reforma laboral del PP, que era evitar que se renovaran automáticamente los convenios sectoriales “caducados”. De este forma, no solo había trabajadores que de pronto se encontraban con un convenio de empresa peor que el sectorial sino que también había trabajadores que se encontraban sin convenio, con lo que solo tenían derecho al SMI y a los derechos mínimos del Estatuto de los Trabajadores. Es decir que de ambas formas se conseguía el objetivo de bajarle el salario a los trabajadores.
Pues bien, la propuesta de reforma laboral vuelve a darle prioridad al convenio sectorial sobre el convenio de empresa en al menos las materias de salario, jornada y conciliación familiar. Para evitar que un empresaurio pueda quitar la acumulación de la lactancia en su convenio de empresa, por poner un ejemplo. También vuelve a establecer la renovación automática de los convenios caducados. Podéis estar seguros al 100% de que esta parte de la reforma saldrá adelante.
Fuente: laboro-spain.blogspot.com